Me encanta que me coman y mamar polla, me enloquese, pero resulta que mi amante me invitó a que cuando me estuviera mamando, me orinara. Al principio no quería, pero una vez estaba casi llegando al clímax, cuando me oriné en su boca, qué sorpresa, como le gustó, me lamía, esa noche toda mo concha, lo que me excitó más.
Yo lo invité a darme la oportunidad de experimentar con su orina y la primera vez fue única. Ahora hacemos hasta el 69 orinándonos, nos encanta, nos da más placer.
Claro, que a él le gusta más mamar que follar. Yo lo complazco en todo, porque sabe mamar...